El Málaga quedó tocado tras la derrota ante el Córdoba de cara a la lucha por la permanencia. Evidentemente tiene margen de maniobra y, al final, depende de él mismo. Un altavoz del club es el entrenador del Málaga, Sergio Pellicer, que quiso transmitir calma de cara a lo que resta de temporada en la comparecencia posterior al encuentro.
Diferencia con el descenso: “Transmitir calma. Nuestro trabajo es ser pesimista en la victoria y optimista en la derrota. Ir a veces en contracorriente asumiendo las diferentes situaciones. Lo han dado todo y lo que quiero es que estén tranquilos, decidan bien y recuperar ese buen estado de ánimo para estar más acertados. Así veremos puerta en próximos partidos. Nos falta eficacia en ambas áreas. Los factores son los jugadores. Tenemos que engancharnos de nuevo. Antes de Navidad la gente cantaba villancicos y nuestro deber es reenganchar a La Rosaleda para que sea un fortín”.
Resultados de los rivales: “Somos nosotros. Van a pasar muchas más cosas. Ayer el Tenerife ganó y les cambió el estado de ánimo y eso es algo muy importante. Hay que ser realista, pero no pesimista. Queremos lo mejor para el Málaga. Cuando las cosas son fáciles parecen muy fáciles y cuando son difíciles se valora más. Competir en momentos de estrés”.
Sensaciones personales: “Estoy bien y por eso digo que la crítica sea hacia mí. Lo más importante aquí son los jugadores. A partir de ahí asumo toda la responsabilidad. Vosotros me conocéis y es importante que ese paraguas sea para mí. Esto vive de resultados, no de sensaciones. Quiero lo mejor para el Málaga y eso debemos querer este yo o no. Es mi casa y cuando me sienta extraño aquí seguramente no estaré”.